Crónica 3ª: Gastronomía

He perdido la noción del tiempo. Llevo tan sólo 9 días en el extranjero, en un país no muy alejado, con mejor calidad de Europa, y me creo Paula Vázquez en Supervivientes.

Aquí no hay escorpiones o cocodrilos, pero tampoco hay agua sin gas…¿crees que es fácil sobrevivir en un ecosistema donde todo tiene gas? El zumo de manzana, el agua…el agua…




Hasta ahora solía quejarme de mi padre cuando acudía al Mercadona y se traía siempre o los yogures sin azúcar o la mantequilla light. Él dice que por más que mire, siempre cree que lo trae bien, y siempre se equivoca. Pues bien, ahora le comprendo. Llevo 7 botellas erróneas de agua con gas (sabor paracetamol) en menos de dos semanas. Cada vez que abro un tapón y sale gas, lloro… y si al menos tuviera una baguette para consolarme comiéndola…

Sin embargo, si algo es destacable en la dieta alemana, no es el agua con gas, sino la cultura de la patata: Si no hay mata, no hay patata. La cara de gilipollas que se le queda a David después de coger un plato de croquetas y ver que son patatas rebozadas con forma acroquetada, o al coger otro plato de ricos calamares (no se come nada de pescado) y descubrir que son patatas con forma de calamar, es algo. Patata a tuti plen. Patata hasta en la sopa. Erdapfel, literalmente “la manzana del suelo”, o conocida mundialmente como K A R T O F F E L.

Mención aparte merece la lechuga. Llevo con la misma lechuga desde que llegué, y no se le ha “pochao” ni una hoja, ni un filito. Me siento como un pinipón comiendo celulosa. Es todo un reto entrar en el supermercado y encontrar algo verde que no sea sintético.



Ahora sí, los zumos, increíbles. De cereza, de banana (8 bananas exprimidas, si, si, exprimidas), de cosa negra, de mango, de fresa… pero, ¿dónde está el pobre zumo de melocotón? Porque yo por más que miro, no lo veo, al menos no en el Rewe. Aquí compramos en dos supermercados: Lidl, que no sé si os sonará, y Rewe. El rewe me recuerda más al Mercadona; una mezcla entre el Cobreros desaparecido en España y los productos de Hacendado. El Lidl me recuerda mucho al Lidl. Por cierto, hablando de líderes, he intentado intensamente encontrar al calvo del anuncio, (miré en dos supermercados) y aún no tuve éxito… Ya os comentaré cuando lo encuentre.

Algunos de vosotros imaginaréis que estoy más delgado, pero creo que estoy hecho de corcho, porque ni agrando ni achico, siempre igual. Sin embargo, como muchísimo, puesto que los dulces están tremendos: “Amerikaner, Sahneroller (ohne,ohne), Apfelschnell…” No es como en España, donde los hacen con 90 por ciento hojaldre y aire (menos el sagrado ochío de mi pueblo)

(ya vuelvo, que a una amiga en la residencia se le ha ido la luz, y como yo el primer día me compré el destornillador para desmontar la cama-guillotina, pues me toman como un manitas)

Se le ha fundido la bombilla…

Enfin, mañana cuando vaya al comedor me daré cuenta de todo aquello que no pude relatar hoy, así que si queréis conocer cómo es la dieta alemana, y por qué los alemanes son tan altos y rubios (altos por el gas del agua y rubio por el agua del grifo, porque mi pelo empieza a aclararse) visitadme y seré vuestro mejor Ferrán Adriá!!

Besos a 8 grados!!

1 comentario:

  1. David, me está encantando tu blog!! Me da envidia, pero no tanta como creia (agua con gas, sin zumo de melocotón, patatas por todas partes...eso me ayuda a vivir más contenta en España) Pero quería hacerte una petición: fotos de esos pasteles tan apetitosos, de los tipos de pan y de los rubios que merezcan la pena ;D Un beso

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