¿Cuál es la finalidad de romper tres cristales en un tren? ¿Por qué lo hace el ser humano? ¿Qué se enciende dentro de la máquina para desarrollar ese movimiento: mano,botella, cristal?. No entiendo al hombre. Sé que el ser es complejo, y eso me causa un gran respeto hacia él; pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa (sé que esta frase suena repetitiva, pero a mis oídos, es perfecta y armoniosa). Una cosa es sentir respeto, y otra es sentir incomprensión. Jamás lo lograré entender. Cuanto más conozco al hombre, más quiero a mein Hund.
Ayer (no fue ayer, pero poéticamente sí) inventé un trabalenguas que dice así: Jetzt kotzt die Katze kurz und kurz kotzt die Katze jetzt. Es bellísimo. A todo alemán que se lo suelto se arrodilla ante mi astucia. Una muy buena traducción literal podría ser: Ahora vomita la gata lentamente y lentamente vomita la gata ahora. Me siento realizado. No sé decir “ayúdenme que se me ha roto la pierna”, pero sé decir cosas con el verbo vomitar y con la palabra gata. Menos da una piedra.
Hoy le he puesto la webcam a mi padre (ficción) y me ha dicho que qué hacía Winona Ryder en mi habitación. Al principio no le entendí, pero finalmente comprendí todo. Es por mis hurtos. Esta semana robé.
Sí, lo sé, está feo, pero creo que me viene de familia, sino explíquenme cómo logra mi padre elegir los dulces en el Carrefour para que una bolsa de kilo y medio marque en la etiqueta sólo 0,40 céntimos. Pero, ¿saben ustedes qué es lo peor de todo? Lo que robé: un candelabro de dos kilos de plata fina en una discoteca y unas medias de señora mayor blancas, a modo de ganchillo. ¿Acaso pagaríais vosotros, seres masculinos (no travestis), por unas medias para usarlas únicamente una noche en un disfraz? No es ladrón aquel que no se qué de su condición (vaya mierda de refrán, nunca lo recuerdo).
De todas formas, ya que hablamos sobre refranes, “mal de muchos, consuelo de tontos”, puesto que no sólo robé yo, sino que al menos siete Erasmus que conmigo venían dejaron caos el sector de pijamas. Como sigamos así, quebraremos el sector internacional textil industrial que se dedica al pijama, y tendremos que tapizarnos (tapizarnos es con “z” de “zp me cago en tu mama, pero con constancia y perseverancia”) con papel charol para no coger frío mientras se duerme.
El trabajo es muy importante en Alemania. Mantienen un curso horario totalmente diferente al español, al nuestro, al ibérico e hispánico (me puse patriota). Ellos no suben y bajan cuatro veces la persiana de la tienda al día, más que nada porque aún no vi ninguna persiana de ese estilo. Normalmente en el sector servicios se entra a trabajar a la hora de los pollos (8 a.m.) a no ser que trabajes en la estación, o te dediques a la venta de prensa (6 a.m.), y ya no se detiene el trabajo hasta la tarde; claro está que cierran mucho más temprano (sobre las 18:00), puesto que en invierno a las 16:00 empieza a hacerse nocturno. De todas formas, estoy generalizando, pues aún no hice ninguna encuesta a pie de calle-página preguntando de establecimiento en establecimiento.
Esta última semana me di cuenta de lo que un negocio alemán es querido por su pueblo. Resulta y se resultó siendo que este lunes pasado fue fiesta (día de los vivos) Pues bien, el alemán, que no abre durante ese día, decide abrir el día de antes, domingo, y romper el tercer mandamiento impuesto por Moisés. Así es la vida (such a life). En España, como he de suponer aún sin estar allí, no abrió el domingo ni piquiqui.
En fin, señoras y caballeros, Herren und Damen, ladies and gentlemen, madames et monsieurs, ubetenses y baezanos, voy a dormir, que hoy el día fue muy corto, pero la noche muy larga, a pesar de ser solamente las una de la madrugada.
Gute Nacht!!
Bis dann!!
David
No hay comentarios:
Publicar un comentario